NOTAS Y CRÍTICAS:

La diversidad de contextos históricos y de estrategias dramáticas, nos sumergen en las “calles”, en nuestra propia experiencia, en nuestros miedos y fantasmas. El texto dramático es profundo y profuso pero el texto espectacular, el hecho teatral, creemos, lo ha superado. Es una obra que se inscribe dentro de una estética de reconstrucción de la memoria colectiva y de resistencia a la globalización. Así mismo, la Manzana de las Luces es, el marco perfecto para el estreno de esta obra, ya que fue testigo de gran parte de la historia narrada. Cristina Escofet no necesita palabras que avalen su trayectoria pero Ay La Patriè! es una reafirmación del valor poético de su escritura, y de la profundidad de su pensamiento ante una realidad dolorosa que no la deja indiferente.
Azucena Joffe - María de los Ángeles Sanz,

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¿Una clase magistral de historia, o la historia misma hecha clase? ¿Un texto impecable, llevadero, agradable, acompañan a actuaciones magistrales, o grandes interpretaciones han hecho fluir un texto pleno? ¡Intensa, jugada, comprometida!. Llena de contenido, sumamente enriquecido por realidades irrefutables, “Ay, la patrie” hacen de la obra un destello cumbre de reflexión y pensamiento, de ida sin vuelta, con la absoluta convicción que seguro se aprende, y que si se piensa hasta se explica el por qué de dónde y cómo estamos. En un acto altruista, se refiere a la actualidad diciendo “Increíble, estoy muerta y sigo latiendo”, y desafía cuando asevera “querías porque lo habías decidido y no querías porque no querías ver tu propio final”. En tanto aplaudo la teoría de “Si los ángeles no quieren ser dioses, porque la mujer quiere ser tan humana”. El recorrido sigue y emprolija, acto sobre acto, una realidad que embellece el género y lo despierta. “Es preferible callar que delatar”, y es verdad, es una verdad absoluta que “la historia es en realidad una posdata infinita”.-
Meche Martínez,  http://vidayamorporlapalabra.blog.arnet.com.ar
 http://vidayamorporlapalabra.blog.arnet.com.ar/archive/2009/03/04/¡ay-al-patrie.html

El espacio escénico es de una funcionalidad tan perfecta que con el sólo cambio de registro de los actores pasamos de una calle de París al muro donde será fusilada Camila O’Gorman. La historia transcurre frente a nuestros ojos, nos lleva a lugares extrañados, diversos y a veces demasiado conocidos.  
Mercedes Fraile y Florencia Kermen componen respectivamente a la Mujer 1 y Mujer 2, haciendo una interpretación impecable que nos hace suponer muchísimas horas de trabajo, ya que no solo se lanzan -al igual que Pyr Zimergan- sin fisuras con un texto bello y complejo sino que cada patíbulo, cada momento sensual y erótico, cada lucha y cada embarazo están escritos en el cuerpo y se pasean ya que la cuarta pared queda eliminada, los espectadores son también protagonistas de la historia.
Cristina Escofet homenajeando cada revolución o ilusión de identidad abortada desde el siglo XVIII hasta aquí, da a luz una obra excelente en dónde guión y dirección son un mecanismo de relojería que da la hora exacta de la Historia.
Teresa Gatto http://www.leedor.com 
http://www.leedor.com/notas/2920---ay,_la_patrie!.html

 

Puede ser que la historia sea una sucesión de hechos en donde todo aquello que al principio parecía tener aires de cambios, termina (eso si, con nuevos nombres, hombres, instituciones, y sistemas) en una ligera variante de lo que viene sucediendo durante siglos y siglos: los poderosos siguen siendo poderosos, las injusticias son cada vez más cínicas, y los que menos tienen, cada vez tienen menos y van en aumento.
Cristina Escofet plantea esa visión como autora y directora de la obra Ay, la patrie!
Las actuaciones del citado Pyr Zenergam, Mercedes Fraile y Florencia Kermen, rezuman entrega, compromiso, y un estilizado desparpajo.
Gabriel Peralta, www.criticateatral.com.ar
http://www.criticateatral.com.ar/index.php?ver=ver_critica.php&ids=1&idn=1612

La historia y las historias de la revolución narradas por el Marqués de Sade.
El placer y la revolución son los tópicos que unen las distintas situaciones a lo largo de la historia y en lo ancho del mundo.
Como testigos, las putas, las mujeres que utilizaron el placer en su beneficio o simplemente alejadas de los cánones de lo que se supone se debe hacer con el sexo propio y ajeno. No hay nada más burgués que el placer por el placer mismo y nada más comprometido que una revolución. Es por es eso que nadie puede llevar mejor el estandarte de la revolución que alguien que conoce, desde el borde, las trampas de la burguesía. EXCELENTE.
Soledad Castro Virasoro http://resenasdecineyvida.blogspot.com/
http://resenasdecineyvida.blogspot.com/2009_02_01_archive.html

Las actrices encarnan desde el cuerpo, muy sanguíneas, las diferentes caracterizaciones que van hilvanando, atraviesan al público con una puesta que se interna cara a cara con el espectador, una calle oscura que va por detrás de la historia.
Este triangulo equilátero de energías es la apoyadura fundamental de una dirección de actores más que aceptable.
La puesta en escena trasluce una semioscuridad morbosa que se identifica con la intención de la dramaturgia: El dolor de las ideas.
En el marco del Bicentenario y en el Casco Histórico de Buenos aires, Ay la patrie es una opción para aquellos que gustan internarse en los fantasmas del pasado.
Mariano Beitia  http://www.vuenosairez.com
http://www.vuenosairez.com/V2_1/articulo.php?tipo=2&idRteatro=177

 

Para ir, ver y refrescar la memoria sobre lo que paso y avizorar lo que le viene a la patria, en estos tiempos globalizados
Isaac Eisen para Prensa Zona Norte                    

 

Desde una propuesta minimalista, Cristina Escofet nos presenta un juego onírico, donde nos hace creer que hay cosas reales, donde nos hace creer que sabemos de nuestras raíces, de nuestra violencia, de nuestra percepción de la realidad, del porque nos comportamos como nos comportamos; nos presenta “Ay, la patrie! Trastienda de la historia”.

Blog de Nepo Sandkuhl

http://neposandkuhl.blogspot.com/2009/02/algo-de-historia-en-accion.html